En mi búsqueda del antiestrías definitivo, he llegado por fin hasta el producto de Isdin, que he estado probando en los últimos meses para poder traerte hoy esta completa review, con mi sincera opinión hablando de lo que me ha parecido.
Es un cosmético que tengo en mi radar desde hace tiempo, fíjate que entonces era conocido como Velastisa. Pero, por cosas de la vida (sobre todo el gran cúmulo que tengo de cremas pendientes), no me había podido poner hasta ahora con él.
Aprovechando el tiempo libre de las vacaciones de Navidad, que ya parecen tan lejanas, he estado unas cuantas semanas usándolo a diario con el objetivo y, ahora que he acabado con el bote, ya estoy preparada para contarte qué tal me ha funcionado y si consigue verdaderos resultados contra los hoyuelos.
Una fórmula repleta de beneficios
Por supuesto, a la hora de hablar de cualquier tipo de cosmético, es imprescindible comenzar analizando su fórmula, pues ya sabemos que es la que determina su eficacia y también si es apta para los diferentes tipos de dermis.
En este caso, nos encontramos con multitud de ingredientes naturales que son grandes humectantes, como ocurre con el conocidísimo aceite de rosa mosqueta, que a su vez es capaz de prevenir el envejecimiento prematuro y unificar el tono.
La crema cuenta también con manteca de Shorea y triterpenos de centella asiática, que ayudan a recuperar la elasticidad perdida, a combatir la flacidez, a regenerar los tejidos conectivos, a disminuir la inflamación y a cicatrizar las heridas, dándole así un aspecto mucho más sano y bonito.
Por último, la vitamina E es otro nutriente estupendo, que tiene un papel clave en el proceso de regeneración de las células cutáneas, y el hidroxiprolisilano CN, que reactiva la producción de colágeno (lo que aumenta la flexibilidad) y mejora cómo se organizan las fibras que unen los tejidos.
Todo esto ayuda a prevenir las estrías y a tratar aquellas que ya existen, a la vez que consigue cuidar y proteger la dermis. Sin embargo, es importante aclarar que algunos de estos compuestos (como la centella asiática) aparecen en cantidades tan bajas que… quizá no ofrezcan la eficacia que asegura la marca.
Como detalle positivo, es cierto que no tiene parabenos, aunque por desgracia sí que incluye siliconas y algunos compuestos irritantes, lo que hace que no sea adecuada para quienes padecen dermatitis, problemas de alergia o simplemente son sensibles.
Por ejemplo, yo he sufrido algunos picores y rojeces en áreas concretas tras usarla. No han durado mucho, pero han sido bastante molestas. Por eso mi recomendación es que primero la pruebes en una zona pequeña, por si acaso a ti también te ocurre.
Descubre cómo emplearla para aprovecharla al máximo
En general, todas las cremas se aplican más o menos de la misma manera, con diferencias relacionadas fundamentalmente con las características de su textura o densidad, que es lo que determina cómo extenderla y la manera que tiene de absorberse.
La apariencia del producto que estamos analizando es bastante estándar, aunque algo más aceitosa y líquida que la de cosméticos similares. Pero no debes preocuparte por ello, dado que esto al final facilita su aplicación y, a pesar de lo que pueda parecer, no deja restos molestos.
Por lo demás, recuerda emplearla sobre el cuerpo limpio, a ser posible justo después de la ducha, y extenderla a través de movimientos circulares que fomenten la absorción y una ligera presión que ayude a activar la circulación sanguínea.
En cuanto a la frecuencia, la periodicidad ideal es de una vez por la mañana y otra por la noche durante al menos un par de meses. Lo esencial es que la apliques a diario y con constancia, pues si empiezas a olvidarte de usarla no permitirás que surta efecto, o al menos que despliegue toda su eficacia.
De su envase a su precio, otros detalles a valorar
Si andas un poco despistada con el cambio de nombre, es probable que su nuevo diseño tampoco ayude, ya que encima deja de lado los tonos azules para optar por un packaging poco llamativo en general en el que predominan el blanco, el rosa y un exceso de texto.
Pero, si miras más allá de la estética (reconozco que a mí me costó al principio), descubrirás que al menos cumple con las medidas básicas de higiene y protección, además de que me da la sensación de que es bastante resistente por los materiales que emplea.
Para empezar, porque el envase opaco protege a la crema de la nociva acción de los rayos solares. Pero es que además tiene un dispensador que nos ayuda a obtener la dosis adecuada a la vez que impide que contaminemos el contenido al evitar que entremos en contacto directo con él.
Otra cuestión que me ha sorprendido es que vienen 250 ml, que es algo más de la media habitual. Aunque, claro, esto también hace que el precio sea más elevado, de en torno a 24€. La relación cantidad/precio me parece adecuada, aunque en conjunto siento que es algo caro por lo que veremos a continuación.
Lo que me ha parecido el producto
Bien, si digo que el desembolso que implica comprar el antiestrías de Isdin me parece un poco elevado es porque siento que los resultados no están a la altura de lo que promete la marca. Pero vayamos por partes mejor.
En realidad, el cosmético tiene un montón de ventajas. Su textura es algo extraña al principio, pero bastante cómoda y agradable una vez comienzas a usarla, mientras que el packaging no es muy bonito, aunque sí práctico, y el método de empleo es correcto.
Por otro lado, no tolero su aroma. Simplemente no es de mi gusto, ya que lo considero demasiado intenso. No es exactamente que sea fuerte, solo que penetra a fondo en mi nariz y por culpa de esto la fragancia me acaba acompañando durante todo el día.
Si hablamos de los resultados, es cierto que aporta mucha nutrición y que deja el cuerpo suave e hidratado… Salvo que tengas zonas sensibles, dado que en esos casos se queda algo corta (no consigue acabar con la deshidratación del todo) y, encima, a veces genera picores y rojeces, aunque por suerte estas molestias no van a más.
Además, cuanto más pasan las semanas, más se nota que el cuerpo gana firmeza y que la flacidez desaparece poco a poco. La diferencia es que no ocurre lo mismo con los hoyuelos, que simplemente se suavizan un poco, volviéndose más sutiles, solo que nunca llegan a desaparecer del todo.
Es decir, que en mi experiencia es correcto para pieles normales e incluso grasas, pues no añade sebo. Pero para quienes tenemos dermatitis o alergia, no creo que sea adecuada debido a algunos de sus ingredientes, por mucho que es cierto que sí sirve para prevenir la aparición de estrías o de la molesta piel de naranja.
Una mejor alternativa: la crema antiestrías de Akento Cosmetics
Si quieres evitar los problemas de Isdin antiestrías sin renunciar a ninguno de sus beneficios, la crema de Akento Cosmetics es estupenda para ti, dado que es apta para todo tipo de pieles y consigue resultados más visibles, también a la hora de reducir todas las estrías.
Encima, su fórmula es completamente natural y en ella no encontramos ningún tipo de compuesto nocivo o potencialmente perjudicial para quienes tienen dermatitis, o para cualquiera. Entre sus principales compuestos están la glicerina, la vitamina E y el Dragon Blood, que nutren, cuidan y protegen tu cuerpo.
Tampoco tendrás problema con su packaging, que es muy seguro, o con su método de empleo, ya que es cómodo. La textura es muy agradable (y no deja restos ni brillos) y su aroma es tan sutil que no me resulta ni un poquito molesto. Por eso, aunque el precio es algo más elevado (30€), merece la pena.
Pero lo mejor es cómo he notado que mi piel se ha vuelto más tersa, unificada y sedosa, de manera que los hoyuelos se han reducido notablemente. Por tanto, aunque como has visto en esta review Isdin antiestrías tiene muchas ventajas, creo que Akento Cosmetics tiene mayores beneficios.