Si hay una consecuencia negativa de la constante presencia de los geles hidroalcohólicos en nuestra vida, es sin duda alguna lo mucho que irritan la dermis. Por eso ha llegado el momento de descubrir cómo aliviar el picor en las manos, para que el dolor no vaya a más.
Al no poder prescindir de esta necesaria higiene que nos protege frente al coronavirus, es importante descubrir qué factores influyen en el proceso de dañar y enrojecer la piel, para paliar las molestias a tiempo, sobre todo antes de que llegue la primavera.
Porque, efectivamente, este es un problema que afecta sobre todo a quienes padecen problemas de sensibilidad, alergias o dermatitis, aunque se haya extendido a más gente como consecuencia de los continuos lavados a los que nos sometemos en estos tiempos pandémicos.
Así que si quieres descubrir cómo tratar el problema para no tener que pasarte el día resistiendo las ganas de rascarte, has llegado al lugar adecuado, pues te voy a explicar los mejores métodos.
Los mejores métodos de prevención
Los picores se producen por varios motivos, algunos son imposibles de controlar (como la herencia genética o cuestiones hormonales) y otros resultan más sencillos de regular, como ocurre con los factores externos que desencadenan y/o agravan esta afección.
Aunque se pueden dar por culpa de una picadura de insecto o por algún roce, los motivos más habituales tienen que ver con problemas de dermatitis, con alergias o con una falta de hidratación, tres razones que a su vez suelen estar muy relacionadas.
Por eso, las pautas que vamos a ver sirven para mejorar la nutrición, prevenir la pérdida de agua, restaurar la barrera de protección de la dermis y, en definitiva, calmar las pieles dañadas. Simplemente tendrás que tener en cuenta los puntos que veremos en los siguientes apartados.
Vigila tu entorno
Lo principal es que tengas en cuenta cómo es el ambiente en el que te mueves, porque es donde existen más riesgos. Para empezar, si tienes alergias, evita las horas álgidas para ventilar, no tengas alfombras y barre tu casa a diario, para que no se acumulen ni partículas de polen o de polvo
A su vez, conviene que en la medida de lo posible no te expongas al humo del tabaco, de fábricas o del tráfico, así como que evites ventiladores o purificadores de aire, puesto que se dedican a esparcir los ácaros por toda la habitación.
También tendrás que esquivar las temperaturas extremas, lo cual incluye los ambientes muy húmedos o secos. El motivo es que el frío agrieta la piel, mientras que el calor provoca un exceso de sudoración, que es igualmente inconveniente.
Cuida tu higiene
A la hora de asearte, prioriza siempre el agua templada o fría, que consigue reactivar la circulación. Tampoco hagas lavados de manos muy largos ni utilices jabones u otros productos de higiene que sean demasiado agresivos o contengan sustancias químicas dañinas o irritantes.
Para secarte lo mejor es que uses toallas de algodón, el material que debe primar también en tus prendas de vestir y ropa de cama.
Si tienes que utilizar guantes por el frío, intenta que sean de algodón para que puedan transpirar bien y el sudor no se acumule en las manos. Además, a la hora de lavarlos, evita siempre que puedas los suavizantes.
En caso de sensibilidad extrema o de que tengas la zona dañada, evita echarte colonia en las muñecas, demasiado cerca de las manos, al igual que la bisutería en estas zonas, ya que a veces puede generar reacciones adversas.
Ten un ritmo de vida sano
Algo que ayuda a prevenir los picores en la dermis en general (lo cual incluye las manos) es tener un ritmo de vida sano. A su vez, esto te ayudará a encontrarte mejor en muchos otros sentidos, por lo que son pautas muy beneficiosas.
De entrada, conviene seguir una correcta alimentación, que sea variada y apueste por las frutas y verduras. Como es lógico, es imprescindible que bebas mucha agua, ya que una correcta hidratación para tu cuerpo le devolverá la elasticidad perdida y evitará que la piel se irrite o agriete.
También tendrás que tener un horario de sueño adecuado, con al menos 8 horas diarias de descanso, y evitar las situaciones de estrés, aunque por desgracia estos dos elementos no son nada fáciles de controlar.
Sin embargo, establecer una rutina diaria (que implique irte a la cama sobre la misma hora siempre que puedas), realizar estiramientos o consumir infusiones relajantes te pueden ayudar en ambos casos, de manera que dales una oportunidad.
Otro factor beneficioso es el deporte, que conseguirá que el cuerpo se vuelva más flexible, que te encuentres en mejor estado y que puedas descansar mejor por las noches. Para ello, debes evitar el sedentarismo y moverte aunque sea un poquito todos los días.
Los remedios más adecuados contra los picores
Por mucho que la prevención sea importantísima, también lo es saber cómo tratar las molestias una vez ya han comenzado. Para ello, existen varios métodos, que podemos englobar en tres grandes grupos.
La cosmética profesional
Que empecemos por este método no es casualidad, sino que se trata del remedio más eficaz contra los picores, la dermatitis o cualquier otra afección de la piel. El motivo es que son productos especialmente diseñados con ese objetivo en mente.
En el caso de los picores, lo mejor son las cremas hidratantes, que consiguen calmar las molestias, restaurar la barrera de protección cutánea, ayudar a cicatrizar, suavizar las irritaciones y nutrir a fondo toda la zona.
Pero, claro, si quieres grandes resultados, tendrás que elegir el producto adecuado. Para ello, fíjate bien en la formulación y prioriza aquellas a base de ingredientes naturales y con base oleosa, en las que haya compuestos humectantes como la glicerina y sustancias calmantes como el aloe vera.
También son beneficiosos los reparadores y antiinflamatorios, que ayudan a paliar las molestias y reducir la inflamación que genera los picores a posteriori, a la vez que logran que la dermis se recupere y que los efectos se prolonguen en el tiempo.
Por otro lado, conviene evitar los alcoholes, los irritantes, los parabenos, las fragancias añadidas y un exceso de conservantes, ya que fomentan el efecto combinado. Ten especial cuidado si padeces dermatitis o alergias. En estos casos, prueba antes el producto en una pequeña zona, por si acaso.
Más allá de esto, tendrás que fijarte en su packaging, que conviene que sea opaco y que cuente con un dispensador, pues es el formato más higiénico y seguro para conservar en perfecto estado la crema del interior.
Si buscas un bote de tamaño reducido, mejor, porque así podrás llevarlo siempre encima para cuando lo necesites. Porque, aunque tendrás que usar el cosmético al menos dos veces al día, lo mejor es que lo apliques siempre que notes picores, molestias o sequedad.
En cuanto al método de empleo, solo debes extender la crema sobre la piel previamente limpia y seca. Después, reparte el producto de forma uniforme con las yemas de la otra mano, realizando una ligera presión y movimientos circulares que fomentan la absorción y reactivan la circulación.
Al seguir estas pautas, que como ves son muy sencillas, lograrás unos grandes resultados y una inmediata sensación de calma, que te ayudará a reducir los picores y, a largo plazo, logrará que tus manos luzcan sanas, tersas y libres de rojeces o eczemas.
Los remedios caseros
Para complementar la acción de los cosméticos profesionales, es buena idea acudir a las cremas DIY, que ofrecen una dosis extra de hidratación y nos pueden ayudar a calmar los picores en momentos clave.
Además, en contra de lo que pueda parecer, estas soluciones no son especialmente complicadas de realizar. Con un puñado de ingredientes muy fáciles de conseguir en cualquier supermercado y un poquito de tiempo que le dediques, lograrás cosméticos eficaces que se adapten a tus necesidades.
Lo mejor de esta propuesta casera es que puedes controlar al completo la formulación y usar lo que mejor te funcione. En mi caso es acudir directamente al gel que se forman en las hojas de mi planta de aloe vera, que aplico directamente en las manos dañadas.
Otra alternativa es crear tus propias cremas a base de aceites esenciales nutritivos con el de almendras. Puedes combinar dos cucharadas de este producto con 15 gramos de cera de abeja y 20 de manteca de karité, que nos ofrecerán una hidratación extrema.
También hay remedios que se pueden ingerir, como la infusión de cúrcuma, que es un excelente antiinflamatorio, que calma los picores. En esa línea, la manzanilla, la caléndula y la ortiga son a su vez excelentes aliadas.
La medicación
En algunos casos concretos en los que las molestias no disminuyen, es importante que acudas al médico, quién te podrá mandar unas pruebas de alergia e incluso recetar algún medicamento, ya sean antihistamínicos o cremas con corticoides.
De todas formas, tendrá que ser un especialista el que recomiende estas soluciones. Recuerda que nunca debes acudir a la automedicación, ya que es peligroso. Además, por tu cuenta tienes otro buen puñado de remedios útiles como los que hemos visto para aliviar el picor en las manos.