La celulitis es un problema que afecta al 90% de las mujeres y que cuenta con el inconveniente de ser capaz de acomplejar a quienes la padecen.
Muchas son las soluciones que el mercado ofrece para eliminarla pero sin duda alguna la carboxiterapia es una de las más efectivas.
¿Qué es la carboxiterapia y para qué sirve?
La carboxiterapia es una técnica que está en auge en los últimos tiempos y que viene a solucionar el problema de todas aquellas mujeres que no están dispuestas a pasar por un quirófano, con el riesgo y el coste que ello conlleva, para mejorar su apariencia física.
Decir adiós a la temida “piel de naranja” sin tener que recurrir al bisturí es ya posible gracias a una técnica consistente en infiltrar CO2 de forma subcutánea, de manera que puede obtenerse un resultado muy localizado, en este caso para el tratamiento de la celulitis, en la zona a tratar.
En cuanto al CO2 utilizado por aquellas clínicas que llevan a cabo esta técnica, es un gas estéril administrado mediante una aguja muy fina que va dispensando la cantidad exacta de gas a introducir.
Entre los muchos beneficios del CO2 infiltrado destacan:
- La mejora de la microcirculación de la zona
- El aumento de la vasodilatación
- El estímulo de la formación de nuevos vasos sanguíneos
- La acción lipolítica en los adipocitos
- La bajada de peso sin recurrir a la cirugía
- La reducción de estrías, micro varices y cicatrices
- El aumento de la elasticidad de la piel
- El combate de la flacidez y el estímulo de la producción de colágeno
En resumidas cuentas, la carboxiterapia es un tratamiento que se caracteriza por favorecer el rejuvenecimiento de la piel, aparte de por ofrecer los más efectivos resultados a la hora de poner punto final a la celulitis, siendo esta última su más demandada aplicación.
¿Qué es la carboxiterapia en los glúteos?
Con anterioridad hemos hecho mención a la problemática del complejo que para muchas féminas supone la aparición de celulitis localizada en determinadas zonas como glúteos y muslos.
Es más, en ciertos casos llega a suponer un verdadero problema de autoestima, por lo que someterse a un tratamiento de carboxiterapia es un excelente modo de mejorar la apariencia física pero también el estado de ánimo de quienes padecen esta patología.
En un momento en el que el aspecto estético está en constante crecimiento, lo ideal es dedicar tiempo y recursos al cuidado de nuestra salud y bienestar, mostrándonos decididos a dar jaque a nuestros problemas con la connivencia de profesionales y especialistas en medicina estética.
Quienes conforman el altísimo porcentaje de mujeres con celulitis pero también aquellos hombres que no escapan a ella, son los principales interesados en conocer los tratamientos y técnicas que eliminan la celulitis de piernas y glúteos, rápida y eficazmente, sin cirugía y sin hematomas.
No en vano, piernas, glúteos, caderas y estómago son las zonas con mayor concentración de celulitis, debido a la acumulación de un exceso de grasa.
Al ser un procedimiento no quirúrgico, la piel no resulta dañada, con la consiguiente falta de efectos secundarios visibles, del tipo de los hematomas que provocan otras técnicas, por lo que se puede realizar todo el año, estando especialmente recomendada para el verano.
El precio de la carboxiterapia es otro de las cuestiones que genera más interés sobre una técnica que va a precisar de entre cuatro y ocho sesiones mensuales que, a un precio que oscila entre los 30 y los 60 euros, supone un coste final de entre 120 a 480€.
¿De verdad funciona la carboxiterapia?
La respuesta es SÍ.
La carboxiterapia funciona ya que con la sola aplicación de esta técnica se consiguen extraordinarios resultados en la eliminación más rápida de la celulitis y de manera más permanente, para lo que resulta muy recomendable la combinación del tratamiento que nos ocupa con otros de medicina estética del tipo de la mesoterapia o la presoterapia y sin olvidarnos de las cremas anticelulíticas, algo totalmente necesario si queremos reducir al mínimo nuestra celulítis
El modo en el que funciona es sencillo, al no requerir previa preparación, diferenciándose de la mayoría de intervenciones de cirugía estética que sí necesitan tediosos y costosos preoperatorios.
Una vez la paciente se ha sometido al tratamiento, notará la extensión de un pequeño hormigueo en la zona, conforme se va introduciendo el gas, por lo que se trata de un procedimiento indoloro.
Además, es una técnica dosis-dependiente en la medida que los resultados obtenidos van a ser directamente proporcionales a la cantidad de CO2 introducida, que se cifra entre 500 y 1000 milímetros por sesión.
Dicha cantidad introducida quedará a discreción del especialista, razón por la que es muy conveniente optar por aquellos con mayor experiencia.
Pese a que las opiniones sobre la carboxiterapia están al alcance de todos, lo cierto es que lo aconsejable es visitar un centro de medicina estética con amplia experiencia en estos tratamientos para la consecuencia de los mejores resultados, al objeto de poner el propio bienestar en las mejores manos.