El último cosmético en añadirse a mi larga lista ha sido la conocida crema de manos de Neutrogena, un producto que llevaba mucho tiempo sin usar (casi que diría desde que era pequeña) y en el que he confiado estas últimas semanas para cuidar mi piel ahora que parece que empieza a hacer algo de calor.
Porque, para quienes tenemos alergia, la llegada de la primavera es un momento muy temido por las consecuencias que desencadena el polen. Así que, en cuanto comienza el «buen tiempo», debemos mimar nuestra dermis más que nunca como una manera de prevenir los picores y enrojecimientos.
Como es lógico, las manos son de las zonas que más padecen estos problemas, pues están siempre expuestas a los factores externos, las usamos con mucha frecuencia y, encima, son muy delicadas porque la piel en ellas es muy fina.
Por tanto, si este también es tu caso, te recomiendo que te hagas con una crema nutritiva que te ayude a paliar el problema de raíz, antes de que vaya a más. Si el producto de Neutrogena es adecuado para ello, es lo que veremos a continuación, al menos bajo mi punto de vista.
Los beneficios del producto según la propia marca
Con poco que sepas de la industria cosmética o del cuidado de manos, seguro que has escuchado aunque sea alguna vez hablar de Neutrogena, ya que es una marca muy conocida que ha alcanzado buena fama gracias a sus excelentes resultados.
Por supuesto, la publicidad también ayuda a esta imagen que tenemos de ella, pues somos muchos quienes hemos crecido viendo anuncios en televisión de manos envejecidas que se recuperaban gracias a sus productos basados en una fórmula noruega que ya se ha convertido en un clásico del cuidado cutáneo.
El origen de su alto poder nutritivo reside en su fórmula, que ofrece una hidratación intensa con triple efecto, debido a que a su vez logra reparar la dermis y defenderla frente a nuevas agresiones externas, como pueden ser la contaminación o el polen.
Así, se conserva mejor la humedad de la zona y se evita la sequedad, que es el origen de la mayoría de problemas, como son los picores. Por suerte, esta crema también puede aliviar ese tipo de molestias, ofreciendo una sensación de confort inmediata que resulta muy placentera.
Además, es interesante que la marca destaca que su producto es capaz de actuar hasta en aquellas condiciones más duras, incluidas las temperaturas extremas, consiguiendo dejar las manos cuidadas, suaves y lisas.
Los resultados mencionados son posibles gracias a que entre sus compuestos destacan unos principios activos que reparan con una gran eficacia. Es el caso de la glicerina, que alivia, nutre y protege en cualquier situación.
En este punto quiero aclarar que en todo momento estoy hablando de la alternativa concentrada, que ofrece una hidratación profunda y que, al menos yo, es la que considero su crema de manos original de Neutrogena.
Te lo digo para que no la confundas con otras versiones de la misma marca, pues también puedes encontrar una crema de manos de rápida absorción o anti-manchas, así que fíjate bien en el envase si te decides a comprarla.
Análisis de su textura, aroma y método de empleo
Para mí es muy importante la sensación que te deja un producto después de usarlo y las facilidades o complicaciones que te pone su método de empleo, pues esto puede marcar la diferencia entre repetir o no volver a acercarte a él.
La crema de Neutrogena se aplica como cualquier otro cosmético hidratante de esta clase: sobre la piel previamente limpia y seca y a través de un masaje con las yemas de los dedos, con movimientos circulares que fomentan la total absorción.
Si al mismo tiempo realizas una ligera presión, lograrás activar la circulación, algo que es muy importante porque el flujo sanguíneo se encarga de aportar los nutrientes necesarios a todo el cuerpo, incluidas las manos, de manera que se estas mantendrán más sanas y bonitas.
Como ves, el método de empleo es muy cómodo y sencillo, pero el problema es que la textura de esta crema es muy densa, lo cual dificulta mucho el poder extenderla de forma uniforme, ya que al menos a mí me resulta demasiado dura o rígida al tacto.
La ventaja es que necesitarás una cantidad menor para cubrir toda la superficie de las manos, por lo que el envase te durará más tiempo que el de productos similares. Pero a cambio requiere paciencia para masajearla hasta que se asimile, así que tendrás que dedicarle unos minutos a su aplicación.
Es sorprendente que luego no quede una sensación grasa, aunque sí se aprecian ciertos brillos y una cierta pesadez. Esto se debe a que forma una película protectora, que protege las manos de las agresiones externas, pero que se nota que está ahí.
Otro detalle que no me acaba de conquistar es su aroma. Es bastante ligero, pero me incomoda que sea tan neutro como para no poder definirlo. Esto se debe a que en general prefiero las fragancias suaves, pero que aporten un toque diferente, floral o agradable, algo que no sucede en este caso.
Las características de su packaging
A lo largo de los años Neutrogena ha sabido formar una imagen de marca muy clara y reconocible, cuya sobriedad y sofisticación remite al concepto que tenemos en mente de los países nórdicos.
Por eso en todos sus diseños predominan un color blanco que asociamos a limpieza y un azul marino que identificamos a la primera, incluso a distancia en un estante dentro de cualquier superficie comercial. Te podrá gustar más o menos, pero hay que reconocer que funciona.
Así, este bote es tal cual lo que te imaginarías si cierras los ojos y piensas en esta marca, para lo bueno y para lo malo. Entre sus ventajas se encuentra que es muy higiénico, ya que es opaco y tiene un dispensador, lo cual protege la crema frente a los factores externos.
Sin embargo, el agujero del dispensador lo considero algo pequeño para tratarse de una crema tan densa, ya que cuesta bastante sacarla hasta obtener una dosis adecuada. También su textura hace que se quede pegada demasiada cantidad en las paredes de plástico, por lo que no se puede exprimir al máximo.
El tamaño es medio, aunque por desgracia no lo considero tan pequeño como para poder llevarlo de forma muy cómoda en un bolso pequeño. En cuanto a su relación cantidad/precio, cada bote tiene 50ml, para los cuales tenemos que pagar alrededor de 7€.
Por tanto, opino que se maneja en una horquilla estándar y que el desembolso no es excesivo, en especial si tenemos en cuenta la gran nutrición que aporta y los resultados que ofrece, que es precisamente de lo que voy a hablarte a continuación.
Mi valoración final: ¿qué resultados ofrece?
Por mucho que Neutrogena sea una marca reconocida y de confianza, a veces su renombre no es suficiente para conquistarnos. En parte es lo que me ha pasado con este producto, que siento que no es para mí por varias razones que voy a exponer ahora.
El motivo es que, aunque se trata de una crema muy hidratante, que es lo que estaba buscando, me resulta muy incómoda de utilizar en la calle. Como estaba buscando un cosmético nutritivo que llevar siempre encima, esto ha sido una gran decepción.
Es cierto que después de cada aplicación se nota la dermis perfectamente nutrida y con el paso del tiempo hasta se aprecian las manos bastante más suaves e incluso ligeramente más tersas. También es verdad que la zona queda protegida frente a las agresiones externas.
Pero, a cambio, después de cada aplicación debes esperar unos minutos a que la crema acabe de absorberse por completo y soportar la sensación de pesadez hasta que desaparezca. Mi mayor pega también tiene que ver con que los días que tengo más sebo, me salen algunos brillos poco estéticos.
Ojo, porque ten en mente que si tocas cualquier cosa (como la pantalla de tu móvil) después de haber utilizado este cosmético, es posible que lo dejes pringoso y que tengas que limpiarlo luego.
Para contrarrestar estos puntos negativos, lo que he acabado haciendo es reservar este producto para usarlo únicamente por las noches, justo antes de meterme en la cama, ya que mientras duermo tengo todo el tiempo del mundo para que se asimile y actúe con eficacia.
Ahora que ya sabes mi opinión sobre la crema de manos Neutrogena ha llegado el momento de que decidas por ti misma si será adecuada para ti o si es mejor que apuestes por un producto distinto.