Seguro que haciendo scroll en Instagram o cotilleando en blogs sobre cuidados has visto una especie de ventosas de colores que se colocan en el cuerpo para, supuestamente, eliminar la celulitis. Quizá tú también hayas arqueado una ceja mientras te preguntabas si de verdad funcionan.
Al menos, esa ha sido mi experiencia con estos productos. Cansada de ver a pequeñas y grandes influencers hablar de ellas en redes, decidí hace unos meses comprobar de primera mano qué tal eran y descubrir si conseguían efectos notables.
Para ello, me compré varios de estos objetos e investigué sobre el denominado cupping. Ahora que ya me he puesto al día con la técnica de moda, vengo a compartir mis conocimientos, por si tú también te sientes intrigada por este llamativo fenómeno y quieres saber más al respecto.
Precisamente eso es lo que encontrarás en los siguientes párrafos, en los que haré un repaso de en qué consisten exactamente las ventosas y sus diferencias principales frente a métodos anticelulíticos clásicos como las cremas corporales reafirmantes, para que tú valores por qué alternativa optar.
Guía básica sobre el cupping: todo lo que debes saber
Lo que en Internet se denomina cupping y en español se ha traducido como ventosaterapia es básicamente una terapia con ventosas que consiste en utilizar en nuestros objetos como se hacía en la antigua China para mejorar la circulación y acabar con las marcas que se forman en la dermis.
Porque, efectivamente, este método se remonta milenios atrás, solo que ahora se ha puesto de moda. Aunque, por supuesto, se trata de una versión mejorada gracias a diversos estudios, que han explorado los beneficios de esta técnica en el cuerpo. Pero veamos mejor de qué se trata.
Origen, evolución y beneficios
Mientras que en un primer momento se empleaba sobre todo para evitar el estancamiento de la sangre (dado que se pensaba que tenía efectos negativos relacionados con nuestra energía), en la actualidad se aplican pensando en los beneficios del efecto de succión.
Al entrar en contacto los cuencos o copas puestos boca abajo con nuestra dermis se crea este efecto de vacío, que en teoría es bueno para luchar contra la acumulación de grasa en esas zonas concretas, mejorar la oxigenación de la piel, fomentar la circulación y reducir la flacidez.
De esta manera, se supone que logra mejorar la textura, disminuir la inflamación y reducir las contracciones musculares, lo cual permite tratar dolores crónicos como el de espalda y acabar con cualquier tipo de molestia física relacionada con el estrés, como las contracturas.
Así, se consigue relajar el cuerpo y mejorar el aspecto de la dermis. O, al menos, esa es la teoría, ya que no hay demasiados estudios científicos que prueben estos efectos.
Sin embargo, cómo ha conseguido conquistar a quienes lo han probado parece indicar que, de alguna forma, funciona. Por eso, puedes ponerte primero en manos de un especialista para probar antes de lanzarte a realizar el tratamiento en casa.
Dónde reside su eficacia contra la celulitis
Si nos enfocamos más en sus resultados frente a los hoyuelos y otras marcas de la piel, tiene que ver directamente con su capacidad para movilizar grasas, cuya acumulación al final es la culpable directa de la aparición de la piel de naranja.
Debido a que las ventosas consiguen reactivar la circulación para que fluya mejor, esto permite que la sangre aporte nutrientes a todo el cuerpo y, a su vez, movilizar el sebo que se ha ido agrupando en el interior del tejido subcutáneo.
Encima, el cupping ayuda a la eliminación de toxinas y, como consecuencia, al drenaje de los ganglios linfáticos. Es decir, que purifica el organismo, evita la acumulación de líquido y disminuye la sensación de hinchazón. Por todo esto, es eficaz contra la celulitis.
¿Es apta para todo el mundo?
Antes de seguir, quiero recalcar que debido a ciertas contraindicaciones que tiene, hay personas que no deberían acudir a este tratamiento. Por ejemplo, las embarazadas no deberían usarlo ni en la barriga, obviamente, ni tampoco en la zona lumbar.
Además, si tomas anticoagulantes, cualquier otro tipo de medicación relacionada con la circulación o sufres problemas graves de espalda, lo mejor es que busques otra alternativa para la celulitis, ya que nunca deberías recurrir al cupping.
Lo mismo ocurre con aquellas dermis dañadas o sensibles, pues estas personas podrían llegar a sufrir molestias durante el proceso y en los momentos posteriores.
Aprende a realizar esta técnica sin peligro
Una vez estés lista para darle una oportunidad, primero tendrás que comprar unas ventosas que te gusten. Mi recomendación es que apuestes siempre por aquellas de cristal o de silicona, que son más manejables y cómodas de emplear, sobre todo al principio.
Tras haber limpiado el producto y haber librado a tu cuerpo de impurezas, tendrás que colocar el objeto de manera que se genere un efecto de succión cuando se elimine el aire de un interior, aunque antes es recomendable emplear un aceite de masaje o loción que facilite el proceso.
A continuación ponlo mediante un movimiento de deslizamiento, en sentido horizontal de abajo a arriba, ya que así te será mucho más fácil. Después, deja que actúe durante al menos cinco minutos (aunque puedes llegar a los 10) antes de pasar a otra zona.
Además, conviene que ejerzas más presión en aquellas zonas que han acumulado más grasa o que tienen más tendencia a ello, como las caderas o el tren inferior. Una vez la dermis comience a enrojecerse, retira las ventosas con las manos.
Es importante que evites el calor excesivo durante las siguientes 24 horas, por lo que usa agua fría si vas a ducharte. Una buena opción es que tampoco te olvides de hidratar la zona con especial cuidado durante ese día.
Asimismo, es esencial que no repitas el proceso más de una vez a la semana, pues podría ser contraproducente. Es importante que le des tiempo al cuerpo para que se recupere antes de ir a por un segundo asalto.
¿Recomendaría el tratamiento?: Mi experiencia con el cupping
Una vez ya controlas los elementos básicos sobre la ventoserapia, puedo profundizar en otros aspectos importantes, relacionados con mi experiencia personal durante los meses que he realizado el tratamiento.
Al principio reconozco que me resultaba muy extraño y hasta tuve algunos dolores, aunque las achaco a que estaba demasiado tensa. Sin embargo, una vez me acostumbré y aprendí cómo colocar bien las ventosas, considero que las molestias se toleran bien.
Es más una sensación rara, de presión, que algo insoportable, por lo que lo mejor es que vayas sin miedo y te dejes llevar. Tampoco te asustes si pasadas unas horas o incluso al día siguiente te aparecen pequeños moratones, pues se debe a la movilización de la sangre, pero no es peligroso.
Simplemente ten en cuenta que debes hidratar muy bien la zona y usar protector solar si vas a salir a la calle, para que no se queden marcas. Pero, más allá de quedar algo feos, no he notado ningún efecto segundario preocupante.
Un detalle del que creo que no se habla mucho es que se trata de un tratamiento que conlleva su tiempo. No es como las cremas, que en cuestión de minutos has acabado con tu rutina de cuidado, pues aquí tendrás que estar un buen rato, por lo que será mejor que te armes de paciencia.
Además, si vives sola, habrá zonas a las que no podrás acceder, como es el caso de la espalda, por lo que mi recomendación es que, si te interesa el cupping, acudas de vez en cuando a la ayuda de alguien experto en la materia.
Respecto a los resultados que ofrece, reconozco que tardan en notarse. Las primeras semanas aprendas aprecié cambios en mi cuerpo, aunque es verdad que luego sí que se tersaba la dermis y que el volumen llegó a reducirse un poco.
La verdad, creo que es algo que puedes conseguir de manera más cómoda con las cremas anticelulíticas, que son más fáciles de aplicar y encima aptas para prácticamente todo el mundo. Solo tendrás que dar con una adecuada para ti.
En mi caso, los resultados de ambos tratamiento por separado son similares aunque los cosméticos tradicionales me funcionan mejor, en parte porque me resulta más sencillo ser constante. Por tanto, puedes combinarlos para ver mejorar más rápido.
De la misma manera, no te olvides que optes por una opción u otra, es esencial tanto que seas constante con el método como que apuestes por una vida sana, en la que predomine una dieta variada y equilibrada y hagas ejercicio todas las semanas. Solo así conseguirás acabar por completo con las marcas.
Por tanto, aunque creo que las ventosas sí que funcionan para eliminar la celulitis, al mismo tiempo opino que el cupping no es un tratamiento adecuado para cualquier persona y que lo mejor es que lo complementes siempre con otras alternativas.