Los sulfatos se han convertido para muchas personas en los grandes «enemigos» que evitar si queremos cuidar realmente del cabello, pero ¿sabemos qué son exactamente o porqué es mejor elegir champús sin sulfatos? Os explicamos a continuación con detalle, qué son los sulfatos y por qué son malos para el pelo.
Qué son los sulfatos
La rutina de cuidado del cabello es fundamental para que el cabello esté siempre hermoso y saludable. Además de las vitaminas para el cabello, la hidratación, un buen champú y acondicionador pueden prevenir la sequedad, las puntas abiertas y también la caspa.
Sin embargo, todavía existen varios champús en el mercado con ingredientes que afectan la salud del cabello y dañan el cuero cabelludo, como el sulfato. Además de desconocer el ingrediente, muchas personas no saben qué le hace el sulfato a su cabello y por qué debemos evitarlo.
Es posible que hayas visto en algunas etiquetas de champú que esa fórmula no contiene sulfato, ¿verdad? Sin embargo, existen champús y otros muchos cosméticos para el cabello que aún tienen el ingrediente en su fórmula y muchos pacientes que sufren de caída del cabello terminan adquiriendo estos champús sin saber el efecto que tendrá el champú en el cuero cabelludo.
Pero¿qué son exactamente lo sulfatos? Los sulfatos son un compuesto químico formado a partir de un átomo de azufre con cuatro átomos de oxígeno a su alrededor.
Cuando veas un sulfato, lo primero en lo que debes pensar es en la forma de una estrella con azufre en el medio. Los cuatro átomos de oxígeno que rodean el azufre forman la forma de estrella y permiten que el sulfato actúe sobre nuestro cabello como un potente limpiador, ya que limpia el pelo en profundidad aunque en ocasiones pueden ser demasiado agresivos.
Tipos de sulfatos en los champús
Los champús con sulfatos son capaces de eliminar todos los residuos y suciedad del cabello y cuero cabelludo, pero lo cierto es que todo dependerá del tipo de sulfato que se encuentren en la composición del champú, para acabar sufriendo alguno de sus efectos.
De este modo, podemos decir que si vemos que en nuestro champú aparecen sulfatos como el lauril sulfato de sodio (SLS) debemos ir con cuidado, ya que se trata del sulfato más agresivo pero también suele ser el más común y el más barato de todos.
Luego tenemos también el SLES (lauril éter sulfato de sodio), así como el lauril éter sulfato de sodio, miristato de sodio, miristil sulfato de sodio, lauril sulfato de amonio (ALS) y lauril éter sulfato de amonio (ALES).
Todos estos, son sulfatos menos agresivos para el pelo, en comparación con el SLS, aunque también pueden tener efectos nocivos sobre nuestro cabello.
¿Existe algún sulfato que sea suave?
Podemos decir, a raíz de lo comentado anteriormente que los sulfatos pueden ser bastante nocivos para el cabello, pero también se está observando como muchos champús que eligen seguir usando sulfatos en su composición, están usando el Cocoil Sulfato de Sodio, o sulfato de coco, ya que se deriva de la combinación de aceite de coco con Lauril Sulfato de Sodio, generalmente en una proporción del 50%.
Sin embargo, a la larga y con un uso continuado, cualquier tipo de sulfato que apliques sobre tu pelo puede provocar varios efectos sobre el pelo, de modo que podemos preguntarnos ahora el porqué sabemos que los sulfatos pueden ser malos para el pelo.
Por qué los sulfatos son malos para el pelo
Si notas que tu pelo se ve cada vez más quebradizo, con puntas abiertas, puede que haya llegado el momento de probar los champús sin sulfatos, pero es importante entender el porqué los sulfatos pueden llegar a ser malos para el pelo.
Ya sabemos que los sulfatos eliminan la suciedad y grasa del pelo de forma eficaz y en profundidad, pero debido a esa potencia limpiadora que tienen, pueden llegar a provocar efectos realmente nocivos para nuestro cabello entre los que tenemos:
- Alergia, si tenemos un cuero cabelludo o piel sensible, pudiendo llegar a sufrir dermatitis.
- Resecan el cuero cabelludo, pero también es posible que notemos como aparece picazón, descamación y, en consecuencia, caspa sobre nuestro cuero cabelludo, algo que por otro lado resulta bastante contradictorio si tenemos en cuenta que muchas son las personas que recurren a champús con sulfatos para tratar específicamente este problema.
- Los sulfatos pueden hacer también que los aceites naturales y el sebo de nuestro cabello vayan desapareciendo poco a poco de modo que el pelo se ve cada vez más debilitado y reseco.
- Este problema con los aceites naturales del pelo, puede provocar también que las personas que tienen el pelo rizado, acaben notando como sus rizos se resecan y son más difíciles de controlar.
- Además, otro de los problemas que afectan al pelo tratado con un champú con sulfatos, es que surge un encrespamiento que es demasiado marcado, sin olvidarnos además de algo que muchas mujeres temen sufrir: las puntas abiertas.
- Por otro lado, el hecho de ir eliminando el sebo del cuero cabelludo, provoca que este se esfuerce en generar más sebo de manera que aumentará la grasa en las raíces, y con ello, que tengamos la necesidad de lavar con más y más frecuencia.
- Muchas personas además, experimentan que el uso continuado de los champús con sulfatos, provoca una pérdida de cabello a raíz de que el pelo se va debilitando, de modo que al final es posible que tengamos que hacer frente al problema que más se teme en lo que respecta al pelo.
Por último tenemos que decir también (aunque no existen estudios que lo prueben) muchas personas aseguran que los sulfatos pueden hacer también que la piel del cuerpo, en especial la del cuello se vea afectadas, pero también se habla de problemas hepáticos porque todas las sustancias químicas se excretan a través del hígado.
Por todos estos motivos, el uso de un champú sin sulfatos puede ser una buena solución, de modo que podamos conseguir que el cuero cabelludo se recupere y vuelva a generar el sebo que en definitiva protege nuestros folículos pilosos y todo el cabello en general.