El gran poder hidratante y nutritivo del sérum facial ha provocado que este cosmético se convierta en un elemento imprescindible para el cuidado de la piel.
De hecho, cada vez son más las mujeres que deciden incluir este producto en su rutina diaria para proporcionarle a su epidermis un cuidado más meticuloso, llegando incluso a utilizarlo como sustituto de las habituales cremas hidratantes. Aunque lo ideal sería combinar ambos elementos.
Su alta concentración de principios activos permite que el suero actúe en las capas más profundas de la piel, hidratándola y reparándola de manera más eficaz que otras lociones.
Además, son excelentes para reducir las arrugas, rejuvenecer la dermis y aportarle una mayor luminosidad a nuestro rostro. Aquí te cuento en profundidad qué es y para qué sirve.
En el mercado podemos encontrar una gran variedad de sueros faciales, te he hecho una selección para que conozcas cuales son los mejores. Pero lo cierto es que la mejor manera de cuidar nuestra tez es hacerlo a través de productos naturales, como el serum de Nezeni Cosmetics; o un cosmético elaborado en casa.
Por eso, en este artículo vamos a explicarte cómo hacer tu propio suero casero para que luzcas una piel nutrida, hidratada, luminosa y libre de toxinas. Sigue leyendo y descubre cómo confeccionarlo.
¿Qué ingredientes necesito?
Antes de ponernos a preparar cualquier receta, es imprescindible conocer los ingredientes que necesitamos para poder obtener el resultado deseado. Porque no emplearemos los mismos productos si queremos crear un sérum para pieles grasas que si, por el contrario, precisamos de uno para pieles secas.
Sin embargo, uno de los grandes temores de las mujeres son las arrugas, independientemente de las características de su epidermis. A ninguna nos gusta ver como con el paso de los años comienzan a hacerse más notables los signos de la edad y empiezan a aparecer esas líneas de expresión que nos avisan de que nos vamos haciendo mayores.
Por eso, la fórmula casera que vamos a detallar hoy va ir destinada a la elaboración de un suero antiedad. Eso sí, debes tener en cuenta que algunos de los componentes deberás adquirirlos en tiendas especializadas en la creación de productos cosméticos.
Estos son los ingredientes necesarios para tu sérum casero:
- 15 ml de Aceite de Jojoba
- 15 ml de Aceite de Argán
- 15 ml de Aceite de Rosa Mosqueta
- 4 gotas de aceite esencial de incienso
- 4 gotas de aceite esencial de geranio
- 1 cápsula de Vitamina E
¿Por qué utilizamos esos ingredientes?
Ya conoces las cantidades necesarias, pero antes de que te pongas a elaborarlo, me gustaría explicarte por qué hemos elegido esos ingredientes y qué beneficios nos pueden aportar cada uno de ellos.
El aceite de Jojoba es uno de los aceites vegetales más conocidos. Se obtiene de la semilla de la planta Simmondsia chinensis, originaria de las zonas desérticas del suroeste de Estados Unidos y el norte de México. Y más que un aceite se podría decir que es una cera líquida, puesto que se solidifica a menos de catorce grados.
Hemos decidido incluirlo en este suero porque actúa como un equilibrador de las secreciones sebáceas y se puede emplear tanto en las pieles secas como en las mixtas o las grasas. Es profundamente hidratante y tiene la capacidad de bloquear la humedad de la tez, permitiendo que tu epidermis se mantenga flexible, elástica y más joven.
Por su parte, el aceite de Argán se extrae del árbol que lleva su nombre y que crece en una zona tan árida como el Magreb de Marruecos. Es uno de los elementos imprescindibles si lo que queremos es tratar el envejecimiento de la piel de nuestro rostro porque contiene vitamina E que es antioxidante.
El aceite de Rosa Mosqueta que debemos utilizar es el auténtico, el que se obtiene de las bayas de Rosa Mosqueta. Contiene betacaroteno natural, vitaminas A, C y E, así como diferentes ácidos grasos.
Uno de los principales motivos por los que hemos escogido este aceite es por su facilidad para penetrar en las capas más profundas de la epidermis, reparándola y regenerándola para que luzca más radiante.
Además de emplear este aceite como un gran antiarrugas, también se puede utilizar para tratar problemas como cicatrices, estrías, manchas, acné o quemaduras. Asimismo, el aceite de Rosa Mosqueta ayuda a protegernos de los rayos del sol.
Como compañeros para estos aceites vegetales, hemos elegido el aceite esencial de incienso y el de geranio Egipto, pero también se pueden emplear otros como el de árbol del té o de lavanda.
De hecho, lo ideal es que si estos no te funcionan, pruebes con los demás hasta encontrar la fórmula que mejor se adapta a tus necesidades.
El aceite esencial de incienso es reafirmante, lo que le convierte en el aliado perfecto para las pieles secas, maduras y con poca luminosidad, mientras que el de geranio Egipto se utiliza para prevenir las arrugas y reafirmar los tejidos. Además, este último aporta un aroma muy especial, que hará que tu sérum facial casero tenga un olor muy agradable.
Por último, la vitamina E es un elemento que ayuda a reducir las cicatrices, arrugas y proporciona mucha hidratación. Es espeso y pegajoso.
Y antes de utilizarlo, asegúrate de que has adquirido vitamina E pura, que no haya sido mezclada previamente con otros aceites.
¿Cómo elaborarlo?
Una vez que tenemos sobre la mesa los ingredientes que vamos a utilizar, es momento de ponerse manos a la obra. Sigue uno a uno los pasos que te explicamos a continuación y obtén tu suero.
- Lo primero que tienes que hacer es coger un recipiente de cristal, en el que vayas a hacer la mezcla, y desinfectarlo, al igual que los utensilios que vayas a utilizar.
- Introduce en el envase todos los aceites esenciales.
- Añade la vitamina E.
- Incorpora el aceite de jojoba, Rosa Mosqueta y Argán.
- Remueve todo bien para conseguir una mezcla homogénea.
- Una vez tienes tu sérum hecho, coge un frasco de vidrio oscuro, para proteger el contenido de la luz del sol, y con gotero, para poder aplicarlo mejor, y vierte tu producto en él.
¿Cómo aplicarlo?
Ya tienes tu sérum casero listo para usar. Y a continuación te dejamos cinco pasos importantes para que lo apliques de manera correcta.
- Limpia tu piel: lo primero que debes hacer es limpiar tu rostro. Elimina toda la suciedad y grasas acumuladas con un producto adecuado.
- Tonifica: aplica un tónico facial con ayuda de un algodón. De esta forma completarás la limpieza realizada anteriormente.
- Aplica el sérum: con la cara limpia y tonificada es el momento de aplicar el sérum. Utiliza pequeñas gotas del producto y espárcelas con la yema de los dedos, realizando un suave masaje desde la parte interna hacia la externa de forma ascendente. Extiéndelo también por el cuello y la zona del escote.
- Crema hidratante: combina tu sérum con una crema hidratante que actúe como el complemento perfecto para nuestro cosmético. Estas son las diferencias entre un producto y otro.
- Protector solar: es imprescindible utilizar este producto para proteger la piel. Si tu crema hidratante no contiene factor de protección solar, deberás aplicar un nuevo cosmético que sí lo contenga.
Ya sabes qué ingredientes necesitas, cómo elaborar tu suero casero y cómo aplicarlo. Así que es el momento de que incluyas tu creación en la rutina diaria de belleza para que disfrutes de una piel única, joven y luminosa.
Y si quieres reducir las manchas e iluminar la tez apagada, te recomiendo que eches un vistazo a estos serums con vitamina C, los mejores del mercado.