Con marzo cada vez más cerca y la primavera a la vuelta de la esquina, los cambios de temperatura constantes tienen consecuencias nocivas en nuestra piel, que se llena de marcas. Si este es tu caso, aquí descubrirás cómo tratar las grietas en las manos para que desaparezcan cuanto antes.
Este problema tiene que ver directamente con la sequedad, que es la que ocasiona que la zona pierda flexibilidad y se agriete, dando lugar a la aparición de estas señales que son poco estéticas y que, encima, suelen picar o generar diversas molestias a lo largo del día.
Es cierto que existen diferentes clases de síntomas, cuya intensidad y gravedad varía bastante, pero en cualquier caso es indispensable tratarlas desde el primer momento para que no vayan a más y para que, cuando uses gel hidroalcohólico, no sientas un comezón terrible.
Para conseguirlo, he recopilado una serie de pautas que te serán muy útiles y fáciles de poner en marcha. Pero antes toca repasar los motivos por los que se genera este problema.
¿Por qué se agrieta con tanta facilidad esta zona?
Como es posible que sepas, algunas áreas del cuerpo son más delicadas por dos motivos fundamentales: el nivel de exposición al que están sometidas y la delicadeza de la dermis de esa zona, que tiene que ver con su estructura.
En el caso de las manos, coinciden ambos factores, por lo que es lógico que se dañen con mayor facilidad, sobre todo en las zonas de los nudillos y las cutículas.
Al fin y al cabo, se encuentran en constante contacto con las inclemencias del tiempo (los cambios bruscos hacen que no pueda adaptarse rápido de un ambiente a otro, por lo que se reseca), sustancias químicas que empleamos en limpieza y todo tipo de fricciones.
Por eso mismo la higiene en esa zona es mayor (en especial en estos tiempos pandémicos en los que tenemos que usar los desinfectantes con mucha frecuencia), lo cual termina afectando a su barrera protectora.
Además, los factores genéticos hacen que tengamos una mayor o menor predisposición a que las manos se agrieten, el nivel de estrés afecta negativamente y ciertos medicamentos causan como efecto secundario la sequedad de la piel.
¿Cuáles son las mejores soluciones?
Al tener claros los motivos que pueden causar o aumentar la sequedad, que a su vez da lugar a las grietas, es más fácil saber por qué tipo de remedios debemos apostar para aumentar la nutrición y reducir la exposición a los factores nocivos.
Toma medidas de precaución para evitar el problema
Prevenir es lo mejor que puedes hacer, ya que reducirás notablemente las grietas que vayan a salir en tus manos y, por tanto, los problemas que estas te generen.
Para empezar, conviene que tengas un ritmo de vida sano, lo cual incluye una dieta equilibrada, evitar el sedentarismo, descansar bien y, sobre todo, beber mucha agua. Recuerda que una buena hidratación es fundamental para que el organismo funcione correctamente.
Después debes evitar exponerte a ciertos factores en la medida de lo posible (como los rayos solares directos o el humo del tráfico o el tabaco) o tomar ciertas precauciones cuando lo hagas.
Por ejemplo, ponte guantes aislantes siempre que vayas a limpiar, en especial si usas productos dañinos como la lejía (aunque evita aquellos más agresivos siempre que puedas), y guantes o manoplas cuando haga mucho frío.
En este último caso, intenta que sean de algodón, para que transpiren bien y el exceso de sudoración no tenga el efecto contrario al buscado. Después, a la hora de lavarlos, evita los suavizantes y apuesta por productos adecuados.
Lo mismo ocurre con la higiene de manos. Utiliza jabones con un pH que se adapte a tu dermis. Además, usa agua templada y sécate después muy bien la piel, aunque hazlo sin arrastrar la toalla, para no arañar la dermis.
Apuesta por las cremas hidratantes para mejorar la nutrición
De todas formas, el mejor remedio para prevenir y curar consiste en mejorar la nutrición, que conseguirá reparar la piel en mal estado, devolverle la flexibilidad y evitar la sequedad futura. Para ello no hay nada igual a la cosmética profesional.
El motivo es que son productos especialmente diseñados con este objetivo en mente y, también, que resultan cómodos de aplicar y sus resultados se notan de inmediato, por lo que son la forma perfecta de calmar los picores.
En estos momentos existe una oferta tan amplia que seguro que encuentras una crema o serum adaptada a tus necesidades cutáneas y económicas. Por eso, también puede ser algo abrumador saber cómo dar con el mejor tipo de producto.
Mi recomendación es que primero te fijes en su formulación, que debe ser de origen natural, contar con sustancias humectantes y antiinflamatorias y no tener compuestos irritantes, parabenos, alcoholes o un exceso de conservantes.
Para utilizarla solo tienes que extenderla (siempre sobre la zona previamente limpia y seca) a través de un masaje circular y ejerciendo una ligera presión, ya que así estás reactivando la circulación a la vez que fomentas una completa absorción.
Este proceso tendrás que repetirlo al menos dos veces al día (una por la mañana y otra por la noche, para que las manos aguanten hidratadas todo el día), pero no dudes en insistir siempre que lo veas necesario o tengas molestias, ya que su uso es completamente seguro.
Para ponértelo más fácil, compra un envase pequeño que puedas llevar siempre encima, e intenta que sea opaco (para que no le afecten los rayos solares) y tenga un dispensador cómodo y que impide que se te abra en el bolso o la chaqueta.
Realiza otros tratamientos cosméticos
Más allá de este tratamiento diario, tendrás que apostar por otros semanales, que te ayudarán a mejorar el estado de tu dermis.
Uno de ellos es una buena exfoliación, que consigue eliminar las células muertas, promover la renovación celular, acabar con las impurezas y, en definitiva, hacer que surja una nueva capa de piel más sana y lisa.
Encima, este tratamiento hace que el resto de productos penetren luego mejor, por lo que también conseguirá que las cremas hidratantes sean más eficaces. Eso sí, no conviene hacer la exfoliación directamente sobre áreas previamente dañadas.
Después, las mascarillas son adecuadas en todo momento, ya que simplemente aportan una gran dosis de nutrición de golpe. Puedes comprarlas ya preparadas (pero fíjate bien que sean aptas para las manos) o realizarlas en casa, con algunos de los métodos que veremos a continuación.
Crea tus propias soluciones adaptadas a tus necesidades
Los remedios caseros son una buena forma de complementar las cremas hidratantes profesionales, pues puedes elegir los ingredientes que mejor te funcionen o más te gusten.
Con ciertos compuestos aplicados directamente sobre la zona puedes hidratar y calmar. Es lo que ocurre con el gel de aloe vera (que tiene multitud de beneficios a la hora de cuidar la dermis) y con los aceites esenciales, que puedes usar a modo de masaje.
Mis recomendaciones particulares son el de almendras (muy rico en vitamina E), el de coco (que es sumamente hidratante, por lo que con unas gotitas tendrás suficiente) y el de rosa mosqueta, que regenera y consigue eliminar todo tipo de marcas.
En en el ámbito de las mascarillas, con un tomate natural machacado (aprovechando sobre todo su jugo) y una cucharada pequeña de zumo de limón recién exprimido conseguirás un producto ligero que, al dejarlo actuar unos 20 minutos, logrará recuperar la piel, en especial si lo usas dos veces por semana.
También puedes usar la miel, que equilibra el pH y limpia con delicadeza si se utiliza 10 minutos a modo de mascarilla, o la yema de huevo, cuyo método de actuación es el mismo y, a cambio, te deja las manos realmente suaves.
En otro tipo de tratamientos, con una mezcla de azúcar moreno y unas gotitas de limón conseguirás un exfoliante suave que retire las pieles muertas con delicadeza pero eficacia. Solo tendrás que frotarlo sobre las manos y luego retirar con abundante agua templada.
Evita el rascado constante
Por último, pero no por ello menos importante, la mejor ayuda para que las grietas no vayan a más es no caer en la tentación de rascarse. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo, pero habrá que intentarlo.
En mi caso me funciona bien tener las manos ocupadas en todo momento. Por eso tengo siempre cerca un bolígrafo con el que jugar o una pelota antiestrés que aprieto hasta calmarme cuando me entran picores.
Otra técnica muy curiosa que le va bien a algunas personas consiste en rascar una tela rugosa en los momentos de mayor molestia, ya que de esta forma se puede engañar al cerebro, que pensará que estarás arañando tu propia piel.
Si el problema son las horas de sueño, cuando vayas a dormir ponte un trozo de esparadrapo en las uñas para no crearte heridas mientras duermes.
Aunque recuerda que lo más eficaz para paliar los picores y la sequedad es usar cremas hidratantes profesionales, que después puedes combinarlas con otros de los remedios que hemos visto a lo largo de este artículo, con el que espero que ya sepas cómo tratar las grietas en las manos.