Durante los meses de frío es habitual que la piel se dañe, agriete y envejezca más rápido. Por eso es importante retirar las células muertas y promover que nazca una nueva capa de dermis renovada. Para conseguirlo, nada mejor que un exfoliante. Si quieres hacerte con uno, aquí te traigo los mejores del mercado.
En realidad, existe una gama tan amplia de productos que es fácil sentirse abrumada ante la oferta y no saber por dónde comenzar. Mi objetivo es ponértelo fácil, para lo cual he seleccionado mi top con los 4 cosméticos más interesantes de la actualidad, para que tú valores cuál se adapta mejor a tus gustos y necesidades.
Además, también aprovecharemos para repasar por qué es tan beneficiosa la exfoliación y cómo deberías realizarla para aprovechar al máximo sus beneficios. Con esto, estarás lista para poner en marcha lo aprendido y disfrutar de los excelentes resultados.
El exfoliante de Akento
Como no me gusta dejar lo mejor para el final, comenzamos por el que es mi producto favorito de todo el listado.
Así, si tienes dudas sobre por cuál decidirte, aquí tienes el que yo te recomiendo, porque se trata de una alternativa a base de ingredientes de calidad que es adecuada para todo el mundo.
Precisamente su formulación 100% natural es lo que más captó mi atención, porque es estupenda para esas pieles sensibles que normalmente tienen problemas con las exfoliaciones por su agresividad, pues encima los granos no son tan gruesos como para dañarte o enrojecer la zona.
Entre sus principales compuestos destacan tres excelentes aceites esenciales:
- El de aguacate, que es un excelente humectante que también aporta luminosidad.
- El de Cannabis Sativa, que tonifica y aporta una agradable sensación de calma.
- Y el de almendras, que suaviza la dermis con eficacia.
Además, estos elementos no dejan huella ecológica tras su uso, por lo que es una alternativa estupenda si te preocupa el medioambiente y quieres buscar un cosmético que sea tan cuidadoso contigo como con el planeta.
Por otro lado, su packaging ha mejorado bastante y, aunque no sea el más bonito del mercado, sí que es muy higiénico y práctico, porque el envase es opaco (de modo que el contenido no se deteriora), no pesa mucho y su dispensador me parece muy cómodo.
Aunque lo mejor es que sus 200 ml duran muchísimo más de lo que imaginaba.
Teniendo en cuenta que debes usar el cosmético cada tres o cuatro días (recuerda que no hay que abusar de este método, porque es muy intenso), al final acaba durando un montón, y eso se agradece.
Esa es la razón de que los 17€ que cuesta el producto me parezcan más que razonables, ya que el exfoliante natural de Akento consigue renovar la dermis hasta dejarla uniforme, luminosa, suave, sedosa y, en resumen, sana y mucho más bonita.
El exfoliante Dead Sea Salt Scrub de Naturals
Seguimos con una marca conocida por sus productos naturales, como el propio nombre nos indica. En este caso, su exfoliante emplea la fuerza de 21 minerales para acabar con las células muertas y librarnos de cualquier tipo de imperfecciones.
Encima, sirve para todo el cuerpo, incluidos los pies y la cara (e incluso los labios si no los tienes muy delicados), por lo que te ayudará tanto a eliminar las líneas de expresión que se forman en el rostro como la celulitis que se acumula en áreas claves como los muslos.
Gracias a su cuidada fórmula, logra fortalecer la piel, tonificarla, dejarla renovada y actuar como inflamatorio. Esto es posible gracias a que cuenta con sal del Mar Muerto, que agrega vitalidad y le otorga eficacia.
Por su parte, el aceite de vainilla suaviza la dermis, unifica su tono, combate los granitos, previene el envejecimiento gracias a sus antioxidantes y disminuye la piel de naranja, mientras que el aceite de pomelo mejora la circulación, calma las molestias e irritaciones y estimula la regeneración.
De esta manera, conseguirás una piel más sana y bonita en poco tiempo, aunque no hidrata todo lo que me gustaría, por lo que es más adecuada para dermis normales que aquellas secas o, sobre todo, las que tengan problemas de sensibilidad.
Esto último se debe a que su textura es extremadamente rugosa y sus partículas muy grandes, por lo que se nota cierto “rascado” cuando lo estamos aplicando que puede ser nocivo para quienes padecen dermatitis o eczemas.
Además, resulta algo aceitosa, por lo que se extiende bien, pero esto también hace que te manches un poco en el proceso, lo cual me resulta engorroso y desagradable. Eso sí, su aroma afrutado y un poquito dulce me encanta aunque es un poco fuerte.
El packaging tiene unos colores muy alegres y refrescantes, que me gustan especialmente. O que me gustarían de no ser porque se trata de un envase con forma de tarro, de manera que es muy fácil contaminar la crema con nuestras manos si no vamos con cuidado.
Por último, la relación cantidad/precio la veo adecuada, pues vienen 500 gr que cuestan unos 13€, así que en ese punto no está nada mal.
El exfoliante para pieles grasas de Clinique
En caso de que tu cuerpo tenga problemas de sebo, seguro que agradeces un producto más fuerte capaz de frenar el acné y esos molestos brillos. Para eso, solo tienes que emplear el exfoliante de Clinique, que ha sido diseñado especialmente con el objetivo de refinar y limpiar la piel.
Entre sus ingredientes hay humectantes como la glicerina y el hexilenglicol, que ayuda a mantener la dermis en perfectas condiciones. Lo malo es que no hay ningún principio activo especialmente llamativo o interesante, pero lo bueno es que no incluye fragancia añadida.
Lo que sí tiene es un algo de mentol, lo cual le da un toque refrescante muy agradable en las zonas con más sebo, pero que resulta algo invasivo en las demás. Esto hace que no sea apto para todo el mundo, ya que hasta puede llegar a irritar.
Encima, sus pequeñas bolitas permiten suavizar las líneas de expresión, aunque no logran que estas desaparezcan por completo. Por lo demás, deja la piel muy limpia, libre de grasa y bastante suave, a la vez que reduce los granos.
Si nos fijamos en su envase, la verdad es que tiene un aspecto que se me antoja antiguo, pero en el mal sentido. Como si fuera un producto que pudieses haber encontrado en el baño de tus abuelos de pequeña. Pero, a pesar del diseño y de su tono verde apagado, el envase es opaco, lo cual es bueno para la conservación.
En cuanto a su dispensador, es bastante mejorable, pues aunque es higiénico porque evita que contaminemos el interior con las manos, es difícil extraer una pequeña cantidad, así que debes ir con cuidado y no ejercer demasiada presión.
Lo malo es que solo contiene 100 ml y que por ellos debes pagar entre 22€ y 34€, una cifra bastante elevada si además tenemos en cuenta que aunque solo lo apliquemos en el rostro, debe usarse con una frecuencia de entre tres y cuatro veces por semana, por lo que se agota muy rápido.
El exfoliante Detox Body Scrub de The Seaweed Bath Co.
A continuación nos encontramos con un famoso exfoliante, que incluso llegó a ganar hace dos años el premio Best of Beauty, lo cual le otorga un estatus privilegiado y parece confirmar su eficacia.
Los motivos de su éxito residen, por supuesto, en su formulación natural en la que predominan los granos de café verde, un excelente desintoxicante que revitaliza la dermis y le aporta mucho brillo como consecuencia de su alto contenido en antioxidante.
Por su parte, la carcasa de nuez molida en fragmentos pequeñita aporta una exfoliación muy profunda, aunque poco abrasiva, mientras que la arcilla francesa consigue acabar con todo tipo de impurezas (ya sean granos, arrugas o estrías).
También cuenta con aroma de menta de romero, que es sumamente refrescante y te deja el cuerpo como nuevo. Aunque reconozco que en lo personal me resulta demasiado intenso y que incluso me genera algunas molestias en las áreas más sensibles.
Por tanto, creo que deberías evitarlo si tienes dermatitis, y es curioso porque su textura es bastante cremosa (lo cual facilita su aplicación), por lo que sorprende que sea tan agresiva..
Más allá de esto, reconozco que me gusta bastante su packaging en negro, que es sobrio y elegante, aunque quizá un poco apagado. Pero lo mejor es que el envase es opaco y encima cuenta con un dispensador, por lo que es muy higiénico y ayuda a una correcta conservación.
En cuanto a los resultados que ofrece, la combinación de elementos logra una exfoliación profunda que renueva la piel por completo, hasta el punto de que puede ser demasiado para quienes tengan la dermis delicada.
En el resto de casos, conseguirá unificar, reafirmar, limpiar y nutrir el cuerpo, y lo mejor es que podrás obtener todo esto por cerca de 17€, que es lo que vale el envase (que solo tiene unos 177 ml que cunden poco, la verdad).
El exfoliante Frangipani Monoi Salt Glow de Elemis
Para acabar quiero cerrar con este producto tan original, repleto de sales ricas en minerales que logran dejar la dermis suave, nutrida y muy bonita, gracias también a que contiene hibisco, que limpia y exfolia a fondo la zona.
A su vez, cuenta con una infusión de aceite exótico de Monoi de Tahitian y de flores del Frangipani retienen la hidratación con el objetivo de evitar que el cuerpo se seque y pierda elasticidad. Como consecuencia de esta exótica mezcla, conseguiremos librar a la piel de todo tipo de imperfecciones.
La fragancia resultante es muy delicada y original, por lo que la encuentro muy agradable, aunque es cierto que por otro lado su textura es demasiado líquida e incluso algo grasa, de forma que el método de empleo resulta algo incómodo.
A cambio, deja el cuerpo perfectamente nutrido y muy suave, aunque sus resultados no van más allá de esto.
En cuanto a su llamativo envase, parece de un yogur natural ecológico por aspecto. Es de cristal (lo cual es de agradecer, ya que lo prefiero al plástico), de manera que es completamente translúcido y con tapa clásica, sin dispensador.
Más allá de la originalidad, resulta poco práctico, pues los rayos del sol pueden deteriorar el producto, nos vemos obligados a introducir la mano en el interior y, encima, hay que tener cuidado a la hora de cerrarlo para que no se desparrame.
La cantidad lo cierto es que tampoco es demasiada, pues sus 490g se me antojan escasos. Por ello, considero demasiado alto su precio, que ronda los 40€, por lo el producto ciertamente no es apto para todos los bolsillos.
Descubre los beneficios de la exfoliación
Una vez hemos repasado los mejores productos exfoliantes del momento, ha llegado el momento de analizar más a fondo los motivos por los que son tan útiles y por los que deberías incorporar uno a tu rutina cuanto antes.
Estos productos consiguen eliminar las células muertas, la suciedad, el sebo y todo tipo de partículas acumuladas en la dermis, logrando que recupere un aspecto sano y lustroso al mismo tiempo que oxigenan el área y fomenta la eliminación de toxinas.
Gracias a esto y a su capacidad para promover la renovación celular, nace una nueva capa de piel más lisa, uniforme y libre de imperfecciones, de manera que la exfoliación es una manera excelente de reducir el acné, la celulitis y las arrugas.
Encima, dejan el cuerpo listo para recibir todo tipo de tratamientos cosméticos, por lo que ayudarán a que las cremas o serums que apliques a continuación penetren más a fondo, se asimilen mejor y, así, consigan ser más eficaces.
¿Hay diferentes clases?
Efectivamente, podemos englobar estos cosméticos en dos grandes categorías, con diferentes ventajas y contraindicaciones, que vamos a explicar mejor.
Para empezar están los exfoliantes físicos, que son más intensos, pues son compuestos tienden a ser muy abrasivos. Entre ellos destacan el azúcar o las semillas de jojoba, que tienen granos grandes e irregulares que arrastran la suciedad fuera del cuerpo.
Si además estas partículas no están redondeadas, serán todavía más intensos, hasta el punto de que podrían molestar un poco cuando los radicamos sobre nuestra piel. Por ello, no conviene que los usen personas con dermatitis o con heridas previas.
Entre sus puntos a favor destaca también que sus efectos se aprecian en el momento, ya que ofrece una limpieza perfecta y nos devuelve la luz perdida. Encima, para potenciar sus resultados y mejorar el drenaje linfático en el camino solo tienes que usarlo mediante un masaje.
Por su parte, los exfoliantes químicos actúan a través de la disolución de los enlaces de las pieles muertas. O, lo que es lo mismo, logran que las células que ya han cumplido su función se desprendan para dar paso a la nueva dermis.
Gracias a esto son más delicados con el cuerpo, puesto que su formulación también es más suave y en ella encontramos tanto enzimas naturales como un bajo porcentaje en ácidos.
Como consecuencia, no tendremos que frotar tanto. Simplemente debes extenderlos y dejar que actúen unos minutos antes de retirarlos. De esta forma, su limpieza no es tan intensa, pero a cambio son aptos para absolutamente todo el mundo.
¿Cuál es su método de empleo?
A la hora de utilizar cualquier cosmético es muy importante tener en cuenta la manera de aplicarlo, puesto que es un factor que puede ayudarnos a potenciar sus efectos o, por el contrario, a tirar por tierra todas sus ventajas.
En el caso que nos ocupa, los exfoliantes se usan de forma diferente a las cremas tradicionales, aunque hay algunos puntos en común, como que el momento posterior al baño es el más adecuado, pues gracias a los restos de humedad penetrará mejor.
Luego solo tendrás que extraer una pequeña cantidad y repartirla de manera uniforme mediante movimientos circulares y una ligera presión que reactive la circulación. En este punto, hay algunas diferencias dependiendo del tipo de exfoliante.
Lo importante es que lo dejes actuar en torno a 10 minutos (el tiempo exacto dependerá del producto, por lo que debes leer bien su envase) y que luego retires los restos con abundante agua fría, que es beneficiosa para el flujo sanguíneo y para acabar de cerrar los poros.
Por supuesto, en caso de notar picores o molestias, deberás retirar el exfoliante de inmediato. Asimismo, es importante que siempre, sin excepción, utilices un producto hidratante después del proceso, para nutrir tu dermis y permitir que se recupere.
Ojo, porque no se trata de un tratamiento de uso diario. Al contrario, ya que al ser tan abrasivo sería contraproducente emplearlo con tanta frecuencia, pues podrías romper la barrera de protección natural de tu dermis, generando irritación y hasta causándote heridas o picores.
Por tanto, lo mejor es que realices una exfoliación todas las semana en el caso de pieles normales, mixtas y grasas y cada diez o quince días si la tienes sensible.
¿Quiénes pueden utilizarlos?
Una duda muy frecuente cuando hablamos de tratamientos tan fuertes e incluso agresivos es si podrás utilizarlo con seguridad. Eso es lo que quiero resolver en este punto.
De entrada, la exfoliación está recomendada para todo el mundo, aunque por supuesto tendrás que apostar por los ingredientes que mejor le vayan a tu tipo de piel.
Además, en caso de dermatitis, heridas o sensibilidad extrema, es mejor que te hagas con un exfoliante suave e incluso que espacios más su aplicación, para que entre medias tu piel tenga tiempo de recuperarse.
Si lo que te preocupa es que tu cuerpo está muy seco, no temas, pues oxigenar la dermis te ayudará a calmar las molestias a la vez que permitirá que tu crema hidratante penetre mejor, aportándole así una mayor nutrición.
En el lado opuesto encontramos las pieles grasas, para las cuales este tratamiento es igualmente beneficioso, ya que permite eliminar el exceso de sebo y limpiar los poros de cualquier resto de suciedad, al mismo tiempo que acaba con los granitos.
Es decir, que simplemente tienes que saber qué es lo que te conviene antes de comenzar y, en caso de duda, apostar por uno de los mejores exfoliantes del listado que hemos visto en este artículo.